Teúl Moyrón es un fotógrafo que no teoriza sobre la naturaleza, la vive. Literalmente, porque además de su producción artística se dedica al cultivo de macadamia.
En esa labor –y con las competencias de su mirada al mundo–, advierte cómo el ecosistema se ve afectado por distintos y demasiados factores. Toma nota, también, en su andar urbano y mediático, de los daños que producen varios fenómenos, entre otros la sobresaturación de imágenes sociodigitales que, entre otras cuestiones, favorece la frivolidad y, en cierto modo, uniforma, diluye la identidad y promueve la indiferencia. Hay interés en lo biótico y lo abiótico.
En Códice RE, esta exposición que es, a la vez, un ensayo visual, este artista reflexiona sobre el asunto. El prefijo re sirve para indicar repetición, movimiento hacia atrás, intensificación u oposición. En este caso, las ideas son: recapitular, reflexionar, retomar y revolucionar (echar a andar, diríamos) las conciencias. Con su dispositivo multitarea (que algunos siguen llamando teléfono celular) captura imágenes y luego emplea fragmentos de ellas para someterlos a un juego de reflejos, especular, prácticamente fractal, en el que la imagen queda anidada y repetida en otra, que, por cierto, es fotográfica. La manipulación las convierte en lo que el autor denomina “pictodigitografías”, objetos paradójicos porque son el resultado de tratamientos tecnológicos, aunque curiosamente evocan patrones artesanales (como los textiles). Como con la Foto 51 (1952) de Rosalind Franklin, que permitió conocer la estructura del ADN, se requiere algo de esfuerzo para “entender” las imágenes, para ver lo que subyace, reconociendo las relaciones temáticas, artísticas y estéticas, sus mediaciones lúdicas, su sentido y la yuxtaposición entre lo real y lo fantástico. “Códice”, porque Moyrón retoma este concepto para identificar la suma de sus imágenes con aquellos libros iconográficos documentales realizados por los tlacuilos, término náhuatl que refiere a los que escriben pintando. El artista, aquí, se asume como un relator, un creador y un recreador. El conjunto de sus trabajos es un motor para la intro y la extrospección.
Omar Gasca, abril 2025.